Día de caminar bajo un cielo nublado y lluvioso de repente. Mañana de recorrer la calle de Donceles y sus librerías de viejo y darme el gusto de comprar algunos nuevos miembros de la familia.
Si hay placeres que disfruto son eso justamente. Sentir el frío y la lluvia mientras salgo del lugar cargado de libros con historia y personalidad propia y con uno que otro regalo de su antiguo dueño, el cual jamas se enteró que me dejaría cosas así a mi disposición.
No se quien seas, pero gracias.
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